En un lugar muy pequeño, que forma parte de esta modalidad de “mercado-gourmet-restaurant” y donde se puede ir a comprar-obviamente- pescado, ostras y mariscos frescos, además de comida preparada, panes de cereales, pescados ahumados y una gran variedad de ensaladillas: de cangrejo, salmón, camarones.
Los suecos son grandes amantes del
eneldo, de modo que en casi todos estos platos el sabor dominante es el de esta aromática hierba.
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Se puede además comer en los varios restaurancitos ubicados entre las ventas de pescado, en pequeñas mesitas o en un gran mesón central comunitario compartiendo con los turistas de turno.
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Es un lugar que debe visitarse para llevarse a casa los aromas y los colores de la dieta sueca.