Nuestros amigos Sergi y Susanna nos invitaron a su vendimia de este año. Ellos son de Nulles, una linda población del Alt Camp catalán.

Fue una experiencia extraordinaria. Es el  encuentro anual entre familiares y amigos en torno a esta fruta dionisíaca. Fue un verdadero honor de participar en él.


Susanna en plena acción...
En esta zona predomina la uva Macabeo, blanca y dulce, cuya producción terminará parcialmente embotellada por los colosos del cava, Freixenet y Codorniu.

Otra parte termina en la producción local de Nulles bajo el nombre de Adernats y el resto en la producción DOC del Alt Camp tarraconiense.

Ali y las macabeas
Algunos  racimos, de un bello color dorado, fueron castigados por las lluvias de la semana pasada que los dejaron mallugados.

El trabajo de la vendimia es intenso. Empieza temprano en la mañana y se mantiene durante varios días. Los racimos se recolectan a mano, cortando con un alicate a nivel de la base.

Se van colocando los frutos recolectados en baldes ( en ciertas vendimias, la recolección se hace en cajas de madera, para evitar que las uvas se golpeen y no comience el proceso de oxidación antes de tiempo).

La "Catedral del vino" de Nulles
Los tractores con la recolección son llevados al centro de acopio, en este caso, la cooperativa agrícola de Sant Isidre de Nulles, un impresionante edificio modernista construido alrededor de 1920 por César Martinell i Brunet. Pertenece a la serie de las «Catedrales del vino» de las que les he hecho mención en alguna oportunidad.

Las uvas listas para ser convertidas en mosto
En la cooperativa se lleva a cabo el encuentro entre los viticultores de la zona quienes esperan pacientemente a que sus uvas sean pesadas, pasadas hasta convertirlas en mosto, analizadas ( se les realizan diferentes pruebas entre ellas la de los niveles de azúcares)  y luego asignadas a las diferentes tinas para su maduración.

El Sergi a la espera de su turno
La visita a la bodega modernista es una experiencia ante todo sensorial: el aroma a mosto es penetrante e inconfundible.

Vendimiar es una experiencia extraordinaria. Es un acto que se ha repetido por centenares de años, prácticamente inalterado.  El tiempo se detiene  para que uno viva una experiencia colectiva que tiene su propio ritmo, pausado pero constante. Una convivencia que nos pone en contacto con el ciclo de la vegetación, con el nacer y morir, con la eterna circularidad.

A nuestros amigos Susanna y Sergi así como a sus amigos y familiares recolectores…Moltes grácies!



4 comentarios en «Vendimia 2010: Nulles»

  1. De nada, fue un placer compartir con vosotros lo que es para nosotros la recolección de éste fruto tan preciado. Yo también pienso que vendimiar es una experiencia extraordinaria que los que la realizamos cada año, ya por rutina no sabemos apreciar del todo.

  2. Moltes gràcies per tot!!!
    Un reportatge magnífic!
    Moltes felicitats!!!!

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