En la via de regreso de Trieste hacia el aeropuerto Marco Polo de Venezia, nos detuvimos en un restaurante que encontramos en la via y que se llama Ragno d Oro, en las afueras de Villa Vicentina (Udine).


Pedimos, para no perder la costumbre, unos  platos de pasta ( como despedida de Italia…).  Gnocchi di zucca con la ricotta affumicata ( ñoquis de calabaza con requesón ahumado) y trofie al pesto di rucola ( le trofie son un tipo de pasta en forma de cinta, típica de la Liguria, se comen con pesto pero el nuestro fue preparado con  pesto de rúgula).

La dueña, la encantadora señora Aurelia, nos colmó de atenciones. Le pedí la receta de los ñoquis y me dijo que tenía que utilizar un kilo de calabaza ( cocida, drenada de todo líquido y pasada por el pasador de puré), 250 gramos de harina de arroz, sal, nuez moscada, una pizca de canela y un huevo.

Como quedamos con hambre, pedimos un plato de quesos. Nos trajo una selección que incluía un gran descubrimiento para nosotros: el queso frant. Se trata de un queso típico de la zona della Malghe y que consiste en una mezcla de quesos fragmentados ( de allí el nombre, frantumato…frant). cada familia tiene su receta y utiliza una mezcla de quesos con diferentes grados de maduración y que se han fragmentado ( y por lo tanto no aptos para la venta). Le trabajan a mano con sal , pimienta y aromas naturales, se les coloca crema de leche y se dejan madurar por algunas semanas  en cilindros de madera, cubiertos con lino y una tapa muy pesada.

Es resultado es una pasta picante, aromática, absolutamente EXTRAORDINARIA.  Son quesos a los que se les conoce como Formadí Frant.

De postre, un semifreddo de calabaza servido con mermelada de higos ( en la que pasamos además los trozos de queso…).

Al despedirnos, Aurelia nos regaló el libro «A tavola con…la storia del territorio«a cargo de Silvano Bertozzi. Es una recopilación de historias y anécdotas sobre la cocina regional friulana que incluye, por mencionar una de ellas, la del mariscal Radetzky ( si les suena el nombre es que «La marcha Radetzky» aparte de ser la música de cierre del concierto de fin de año austriaco , es también el sonido de celular más solicitado!).

Pues bien, Radetzky estaba casado con una friulana de una familia noble entre las mas fieles a los Hazburgo. Todo indica que el mariscal Radetzky le encantaba comer… gnocchi de calabaza!

Viva la circularidad…




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