Entiendo que hay niños inapetentes en quienes las finas artes de la seducción culinaria nunca son suficientes. El » Aquí viene un avioncito con un bocado riquísimo para el nené más lindo de la tierra» al » Comete todo lo que tengas en el plato o no te dejo ir al patio a jugar» no son sino parte de un espectro de recursos para padres desesperados ante un boca firmemente cerrada.
La solución de « The others» ( conjunto de sabios que incluye pediatras, vecinos y conocidos en general) que sugiere « Deja que no coma que algún día le dará hambre» es cuanto menos una formula para salir del paso, ligera y poco meditada . Hay que tener a un crio delante que se va saltando pastos, flaco, con ojeras para saber que esa no es la solución.
De modo que les presento estas simpáticas fotos que me manda mi suegra como solución para niños japoneses inapetentes.
Un detalle: el instructivo de la preparación de estas obras de arte no venía incluido en el email ni tampoco el requerimiento de un representante sin más oficio que el de cocinar…
Per quan un pingüí o un Doraemon per la Xènia???