No crean que les estoy poniendo esta receta porque se acerca Halloween. La verdadera razón es que he tenido ganas de comer unos tortelloni di zucca mantovanos pero no tengo la receta de mi papá a la mano.
De modo que me he inventado esta pasta que quedó buenísima:
Ingredientes
200 gramos de pasta corta
Agua suficiente para la cocción
200 gramos de calabaza cortada en cubos
Salvia
Aceite de oliva
Una semilla de almendra amarga
Ralladura de piel de naranja
Queso de cabra cremoso en cubos
Tiras de jamón de pavo
Parmiggiano Reggiano recién rallado
Pimienta recién molida
Preparación
Cortar la calabaza en cubos. Pasarla por unos minutos por el agua hirviendo ( la que tenéis preparada para la pasta).
Sacar la calabaza, drenar el exceso de agua y saltear en aceite de oliva y unas 2-3 hojas de salvia, una almendra amarga rallada y la ralladura de piel de naranja. Colocar a un lado.
Preparar la pasta al dente. (Como truco adicional, le coloqué al agua de la pasta un cubo de Gallina Blanca de 4 pimientas).
Agregar la pasta a la calabaza; luego, el queso de cabra, el jamón y abundante parmesano.
Pimentar antes de servir ( se puede colocar directamente en el plato adornadolo con hojas de salvia fresca o colocar la pasta en una calabaza semi-faciada y gratinar por unos minutos al horno).
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