Caminando por las callejuellas de la vieja Santiago dimos con una bella panadería: Pas Artesán A Troia, regentada por la encantadora Bernarda Gómez Arcos (http://www.atroia.com/).

Es un lugar lleno de magia, donde la conversación con su dueña nos hizo viajar por las rutas de los cereales, entre nubes de levadura  para finalmente aterrizar entre polvorones  y tartas.  Bernarda es una conocedora  y amante de su oficio que instaló su panadería en los viejos muros de la calle Troia, en el mismo local donde vivió una anciana que pasaba las tardes asomada a la ventana, hoy convertida en vidriera  engalanada de galletas y panes recién horneados.

La sincronicidad quiso que aquel local hubiese pertenecido en el pasado a otros panaderos, sin ella saberlo.

¿Como no van a saber a gloria estos panes?



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