El mercado de Sarlat,- corazón del Perigord noire, tierra de trufas, ocas y nueves-está instalado en una iglesia románica desacralizada . De modo que sus nuevos feligreses son ávidos compradores de pate, aceite de nuez y alguna tarta local. Si además se trata de un día miércoles. el entorno de la iglesia se atiborra de ventorrillos de salchichones, fruta y verdura fresca y miel.
La parte interior del gran portal de hierro que cierra la iglesia lleva una inscripción :
« L ´architecture est una mélange de nostalgie et d ´anticipation extréme«
(Jean Baudrillard)