
El año pasado tuvimos la oportunidad de compartir con unos amigos muy queridos, Yamile y Daniel, que se casaban en la lindísima ciudad de Saarbrücken, Alemania.
Al llegar a la fiesta, en el puesto para cada comensal, había una linda bolsita llena de confetti. Los abrí y leí sobre cada confetti el nombre de los novios…¡Que detallazo!!
Al colocarme uno en la boca y morderlo supe que tenía entre manos ( y dientes) un confetti como sólo lo hacen en un lugar del mundo: Sulmona.
Sulmona es una pequeña ciudad en el Abruzzo tiene a su haber ser:
– la cuna de Ovidio, el escritor de la antigua Roma conocido, entre otros, por sus
«Metamorfosis» (texto de lectura obligatoria a los amantes de la Mitología);

-la ciudad que queda al lado de Bugnara, donde viven los Casasanta (grandes y queridísimos amigos de una vida…)

-la cuna de los mejores confetti del mundo.
La delicia de estos confettis viene dada por tres características:
-Las almendras que usan son de Avola, Siracusa ( Sicilia). Es una almendra con mucho sabor, delgada y del tamaño justo para un confetti
-No usan ningún tipo de harinas en su preparación. Solamente azúcar y almendras.

-Tienen una capa justa y brillante de azúcar que permiten morderlos con facilidad ( Estoy segura que hay más de uno que se a roto un diente con confetti de mala calidad, gruesos, rompemuelas…Apto para ser usados como municiones de guerra )
Yamile y Daniel encargaron sus confettis personalizados en http://www.dicarlo.it y se los enviaron por correo.

esta frase: Yamile y Daniel encargaron sus confettis personalizados en etc…..es incorrecta.
Los confetti en cuestión fueron parte del regalo de boda de Antonio Pasquali, y constituyeron una grata sorpresa para los novios. Los adquirió desde Caracas por internet.