
El fin de semana tuvimos en casa a nuestros vascovenezolanos amigos Virtu y Xabier. Nos trajeron muuuuuchos regalitos suculentos. Entre ellos, estas guindillas (pimientos verdes alargadas) que se preparan al estilo de los pimentos de Padrón (osea, salteadas en una sartén muy caliente con un poco de aceite de oliva, sal gruesa y pimienta negra en granos). Al igual que sus colegas gallegos, «unas pican y otras no».
Hoy nos terminamos las que quedaban. Las acompañamos con conejo al vino, polenta » ai funghi porcini» y sopitas de calabaza y naranja.
