La verde ruta del Sauternes nos recibieron castillos, viñedos y el dorado elixir cuyo dulzor queda en el paladar y en el alma para siempre.
La cata tuvo sabores a violetas,a flores y a duraznos. El museo del vino nos enseño que la historia del hombre europeo está entrelazada con sarmientos.
Lo mejor del viaje fue estar en familia.