
Me han pedido que tome la palabra y les cuente mi visión de la Provence. No suelo ser el interlocutor mas versado debido al hecho que poco se me lleva de viaje. Sin embargo, por tratarse de Francia, un país dog-friendly, se me dió la oportunidad de ir. O, diríase mejor, me llevé a esta pandilla de chiflados conmigo para que se instruyeran un poco en las finas artes de gozar la vida….

Debo iniciar por decirles que viaje muy cómodo, rodeado de almohadas y , a pesar que compartí el asiento con Stefi, admito que logré estirarme a mi antojo. Como este blog es de cocina, limitaré a contarles mi experiencias gastronómicas.
La primera es que ya empezó el calor y me la pasaba deshidratado. Claro, estos locos se olvidaban darme agua y a mi me tocaba recurrir a las numerosísimas fuentes de agua fresca que hay por doquier.
El aceite de oliva provenzal me pareció una maravilla. Es hecho de aceitunas principalmente arbequinas ( como las de Cambrils). Es suave y perfumado. Para que se acabe aquella mala fama que me cargo a cuesta que de soy un ordinario que trago sin degustar, envio el reporte fotográfico de mi savoir faire avec l´ huile d ´olive…. ¿Comme vous est resteés le yeux?






Ahora que tenemos a Braulio en el Blog esto si se puso bueno, espero que trabaje duro durante mis vacaciones.
Eso le dije yo… De momentos esta preparando una reseña sobre las mejores perrarinas del mercado!