En un viaje pasado a Finlanfia, en la zona del círculo polar ártico, nos llamaron la atención una pequeñas casitas de madera dispersas por los bosques y a las que los finlandeses llaman kota. 

Se trata de refugios para el frío invernal y para preparar una salchicha a la brasa en el verano. Los kota dispersos en los bosques pueden ser de uso libre, para que cualquiera pueda encontrar refugio.  Tienen un equipamiento mínimo. Son lugares para el resguardo y su tamaño y calidez generan una grata sensación de recogimiento que raya en lo místico.  

En esta oportunidad disfrutamos del kota de la casa de Raimo, en la boscosa Puumala. Nos sirvió para preparar nuestras cenas que fueron, una vez, pescado a la plancha con abundante mantequilla y, otro días, salchichas y luego crepes con arándanos. 

Ver el fuego de tan cerca y , por ser verano, disfrutar del reflejo del humo sobre la pared, fue un espectáculo que aumentó el placer de comer con nuestros buenos amigos Raimo y Maija.

 

 

1 comentario en «Kota, el refugio finlandés»

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