Nuestro almuerzo de ayer fue muy especial. No podía ser de otra manera: 1.) almorzamos con un amigo querido; 2.) el plato principal lo preparamos con ingredientes super frescos y de la zona que fueron, 3.), recolectados por dos buenos amigos.
Les cuento. La noche del jueves recibí dos regalos: una bolsa llena de fredolics ( Nombre catalán para el Tricholoma terreum, un hongo que en español recibe el nombre de negrilla). El diligente de Sergi (buen amigo de memorables aventuras gastronómicas) se fue de hongos y recogió varias cestas. Fuimos los afortunados receptores de unos bellos ejemplares que aún olían a bosque y tierra fresca.
En la noche, al llegar a casa, un pescador amigo de la zona, el Josep, nos trajo una bella e inmensa dorada además de calamares y merluzas, todos pescados pocas horas antes en nuestro cambrilense Mediterráneo.
La ocasión para el ágape nos la dio la visita de Luis Ignacio, el hijo de nuestra amiga Milagros (hoy instalados en Córsega). Un gran momento para preparar un banquete. La frescura de los ingredientes facilitaba la tarea; el perfume a amistad de los proveedores y el invitado se encargarían del resto.
La dorada terminó al cartoccio ( envuelta en papel de aluminio, sin mas, y horneada). sus filetes cuidadosamente colocados en el plato y condimentados con un hilo de aceite de oliva de reciente exprimida y sin filtrar, de nuestra zona , pimienta , sal en escamas y cren (rábano picante) rallado. Lo acompañamos con un cous cous de calabacín, pimentón y anacardos y unos bellos fredolics pasados por la brasa.
¿Que les puedo decir?. No hay nada como unos buenos amigos…
PS Sergi, el resto de los hongos está camino a un buen risotto…
Espero os gustasen, a ver si recojo más…