diners-de-galaFigueres es Dalí mucho más de lo que esta pequeña ciudad pudo dejar en el pintor. Se visita básicamente su museo y el de los juguetes ( que dicho sea de paso es una verdadera joya).

Una vez dentro del museo de Gala y Dalí, llaman la atención las continuas referencias al mundo de la cocina lo cual en el fondo no debería sorprenderme visto que Dalí es mediterráneo y éste mar huele a aceite de oliva, tomate y vino.

Por lo visto dejó manifiesto su deseo de ser cocinero desde temprana edad pero desiste para simplemente plasmar sus conceptos culinarios en óleos no extravirgen.

Su libro, » Les diners de gala» , es  de coleccionistas. Se consigue en Amazon a unos 300 dólares. Las recetas las llevaron a cabo sus amigos del Maxim, entre otros.

En una de las salas, un impactante bodegón  de surrealistas aromas  flamencos.  Cucharas, paletas, langostas, bocadillos, huevos  y mucho pan.

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