En una calle de la ciudad de Figueres me encontré con esta exposición fotográfica a cargo de Jordi Puig.
«Corazones melosos, laminados y engalanados. Fabricados en los obradores de la industria pastelera para enmascarar la bulimia de tantas parejas. Bajo las aparentes capas de matequilla, nata y chocolate, la hiel amarga del vacío.»